12. Y en cuanto a ustedes, que el Adón Yahshúa haga crecer y reboce en amor del uno para con el otro, en verdad hacia todos, así como de nosotros hacia ustedes.
16. porque todas las cosas del mundo: los deseos de la vieja naturaleza, los deseos de los ojos, y las pretensiones de la vida, no son del Padre, sino del mundo.